martes, 31 de marzo de 2020

MALVINAS EN LA ESCUELA Memoria, Soberanía y Democracia


Malvinas, una causa para formar ciudadanos democráticos.


Para pensar y trabajar en el aula. ¿Por qué las Malvinas son argentinas? ¿Qué fue la guerra de Malvinas?  ¿Cómo se recuerda Malvinas en las escuelas?


Consigna de observación e intercambio de ideas 

Se propone trabajar en torno a la forma en que se nombra a los hombres y mujeres  que estuvieron en Malvinas a partir del nombre de la escuela que aparece en el afiche  llamada “Soldados de Malvinas”.  

Se sugiere preguntarles a las y los estudiantes: ¿Con qué otros nombres se recuerda a las personas que participaron en Malvinas? ¿Todos significan lo mismo? ¿Pueden  identificar otras escuelas, calles y monumentos que hagan referencia a los veteranos?  La figura “soldados” nos remite a varones, ¿hubo mujeres que participaron en la guerra? ¿Qué papel desempeñaron? ¿Cómo se las recuerda?  

Para abordar este tema, se sugiere consultar el material El género de la Patria. 2 de  abril. Veteranas: una historia silenciada: https://www.educ.ar/recursos/151292 


¿Qué pasó el 2 de abril?

El 2 de abril de 1982 tropas argentinas desembarcaron y tomaron el control de las islas Malvinas. En esos días, se vivía aguda crisis social y política en el continente argentino: tres días antes del desembarco, la CGT había declarado una huelga general bajo el lema “Paz, Pan y Trabajo” que fue duramente reprimida, a tono con el terrorismo de estado vigente en nuestro país.

Inicialmente, el desembarco en las islas Malvinas generó entusiasmo en la población. Se organizaron movilizaciones y campañas de solidaridad en todo el país. La prensa ofreció una imagen triunfalista que no se modificó cuando comenzaron los bombardeos británicos, el 1 de mayo de 1982. Un día después, el hundimiento del ARA General Belgrano clausuró cualquier expectativa de resolución diplomática del conflicto y dio inicio a duros combates por aire, mar y tierra hasta el cese del fuego, firmado el 14 de junio de 1982.

En la guerra murieron 649 argentinos. Más de 23000 soldados, suboficiales y oficiales estuvieron en el teatro de operaciones. En una importante proporción, soldados conscriptos conformaron las filas del Ejército y la Marina; también existieron muchos casos de alistamiento voluntario. En homenaje a muertos y sobrevivientes, desde el año 2000 se conmemora el “Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas”.

La guerra representó un punto bisagra en la historia argentina. Muchas investigaciones la consideran el principio del fin de la última dictadura militar. Tras la recuperación de la democracia, la Reforma Constitucional de 1994 incorporó la Disposición Transitoria Primera, que declara imprescriptible el reclamo argentino de soberanía en las islas Malvinas, otras islas del Atlántico Sur y espacios marítimos circundantes, y ordena que el reclamo se realice siguiendo vías exclusivamente diplomáticas, de modo acorde con el derecho internacional.

En los años de la posguerra, quienes pelearon en Malvinas tuvieron que organizarse para ser reconocidos socialmente. Mientras denunciaban un clima de creciente “desmalvinización”, sus demandas no conseguían respuestas adecuadas en el sistema de seguridad social. Muchos testimonios aseguran que los numerosos suicidios que se produjeron en este período obedecieron a este contexto tan crítico.

¿Quiénes son las mujeres veteranas?

Aunque esta efeméride alude a los “veteranos”, las mujeres también fueron protagonistas de la Guerra de Malvinas: como instrumentistas quirúrgicas y enfermeras; como personal a bordo de aviones que trasladaban heridos de las islas al continente; como oficiales o personal de buques mercantes con tareas logísticas; o como parte de operaciones de inteligencia.

Sólo recientemente comenzaron a visibilizarse estas historias. En 2012, una Resolución del Ministerio de Defensa reconoció las actuaciones de varias de estas mujeres y las filió históricamente con Manuela Pedraza y Juana Azurduy. 30 años después del conflicto bélico, un documento oficial miraba la guerra con otras lentes que las asociadas con estereotipos masculinos. 

Las historias de las mujeres que protagonizaron la guerra de Malvinas forman parte de una larga trama histórica. Sus huellas pueden leerse, por ejemplo, en el Diario de 1829 en Malvinas de María Sáez de Vernet, a partir del cual es posible reconstruir la vida cotidiana antes de la usurpación británica. En sus precisas descripciones sobre sobre el clima y las relaciones entre pobladores puede reconocerse cuál era el proyecto político que las Provincias Unidas para las islas Malvinas.

En el siglo XX, María Cristina Verrier asumió un rol protagónico dentro del plan llevado adelante por los «Cóndores», un grupo de civiles con militancia sindical que aterrizaron en Malvinas el 28 de septiembre de 1966 para izar la bandera nacional. La acción de Verrier condensaba múltiples rebeldías: el reclamo soberano ante una potencia imperial, el desafío a los estereotipos ligados a lo que se esperaba de las mujeres según su clase social, la participación de las mujeres en un acto político que exigía una audacia generalmente reservada sólo a los varones.

En 1974, María Fernanda y Teresa Cañas fueron las maestras que enseñan español a los niños isleños, en el marco del diálogo bilateral entre Argentina y el Reino Unido tras la Resolución 2065 de Naciones Unidas y el Memorándum de entendimiento (1968). Así, junto con la construcción de la pista del aeropuerto de Puerto Argentino, la llegada de Gas del Estado y de los vuelos de LADE, las maestras se convirtieron en representantes eminentes de un estado que reclamaba la soberanía de manera pacífica.

Como cronistas, militantes políticas, maestras, instrumentistas quirúrgicas, personal de salud o tripulantes de navíos, las mujeres hicieron historia en Malvinas. A 39 años de la Guerra, podemos decir que el enunciado “Las Malvinas son argentinas” es una construcción colectiva, en el que las mujeres argentinas tuvieron un rol destacado.

Vestir la historia, visibilizar la experiencia

En la siguiente entrevista, la antropóloga María Pozzio, investigadora del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, da cuenta de la participación de las mujeres en la guerra de Malvinas, su experiencia y desempeño en un entorno históricamente habitado y narrado desde la masculinidad. Su lucha por la visibilización y reconocimiento en tanto Veteranas de Malvinas, puede ser mejor comprendido en el marco de un proceso más amplio en torno a la resignificación de la experiencia de las mujeres en la historia argentina reciente.

Propuesta de video para trabajar en el aula: Las Mujeres

Consigna de investigación 

Se propone realizar una investigación en torno al cementerio de Darwin, que aparece en el mural representado por unas cruces. Además, se sugiere pedirles a las y los  estudiantes que releven en el barrio, pueblo o ciudad donde esté ubicada la escuela,  qué otros lugares de memoria existen sobre Malvinas y de qué manera recuerdan u  homenajean a los soldados.





       Solemos escuchar que “las Malvinas son argentinas”. Lo aprendemos en la escuela. Lo leemos en libros y también en banderas y paredes del barrio. Lo cantamos en un himno, lo coreamos en manifestaciones públicas. Lo vemos en la tele. Lo reconocemos en el nombre de estadios, plazas y calles. Lo dicen personas de la cultura, docentes y políticos de diferentes partidos. Cuando decimos “Malvinas” estamos hablando, así como con tantos otros símbolos, de quiénes somos, de nuestra identidad, de lo que nos gusta y deseamos, y a la vez, de aquello que no queremos. Las islas también nos recuerdan un hecho trágico del pasado reciente que aún permanece como una herida abierta: la guerra de Malvinas ocurrida en 1982, la más importante librada por nuestro país en el siglo XX, desarrollada durante un gobierno dictatorial que venía ejerciendo el terrorismo de Estado desde 1976. 


 Documento completo:  1- Pensar Malvinas
                                        2- Malvinas para todos




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