domingo, 27 de diciembre de 2015
Asignación Universal por Hijo para la protección social
martes, 22 de diciembre de 2015
miércoles, 4 de noviembre de 2015
Sistema Argentino de Interconexión
El Sistema Argentino de Interconexión (SADI) es una red eléctrica conformada por tendidos de alta tensión que interconecta las distintas regiones de Argentina. Es la red que recolecta y distribuye toda la energía que se genera en el país.
A través del SADI se puede transportar a cualquier lugar la electricidad que se genera en las usinas de producción. Esto se hace por medio de las líneas de alta tensión, que sirven para contrarrestar el efecto que se produce cuando la electricidad recorre grandes distancias y gran parte de su potencia se pierde en forma de calor, lo que recalienta los cables.
Para evitar eso, se debe aumentar lo más posible el voltaje de la corriente transportada. Existen dos subsistemas dentro del SADI. Uno es el Sistema de Transporte de Energía Eléctrica de Alta Tensión, que transporta la electricidad de una región del país a otra. El otro es el Sistema Troncal, que la transporta dentro de una misma región, entre plantas generadoras y distribuidores.
Las empresas que transportan la electricidad además tienen subestaciones transformadoras elevadoras que aumentan la tensión y subestaciones transformadoras reductoras, que la bajan. La última parte del proceso para que la electricidad funcione, por ejemplo en una casa, la tienen las empresas distribuidoras, que se encargan de llevar la energía hasta los consumidores finales.
El Sistema Argentino De
Interconexión es fruto de una obra que se llevó a cabo entre el año 2004 y el
año 2014, el objetivo es que todo el país esté conectado por un sistema
eléctrico común y único. Esto permite al estado tener un mayor control sobre el
sistema eléctrico nacional, mejorar su funcionamiento y evitar fallas que se
puedan producir como resultado de la conexión de sistemas eléctricos regionales
sometidos a diferentes regulaciones, que al ser conectados en un sistema común,
puedan tener incompatibilidades que impidan su correcto funcionamiento.
Actualmente,
si bien el sistema permite conectar a la mayor parte del territorio argentino,
existe una sola provincia que queda fuera del mismo: Tierra del Fuego. El
motivo es el elevado costo que insume el tendido eléctrico necesario para
permitir la conexión de esa austral provincia isleña con el resto del país.
Este
sistema se encuentra administrado y regulado por el Ente Nacional Regulador de
la Electricidad (ENRE) y por la Compañía Administradora del Mercado Mayorista
Eléctrico Sociedad Anónima (CAMMESA).
El Sistema Argentino de
Interconexión (SADI) está organizado por regiones en las que divide al país, y
a su vez el transporte de la electricidad a través del SADI se realiza mediante
dos subsistemas que lo componen, el Sistema de Transporte de Energía Eléctrica
de Alta Tensión (STAT) que transporta la electricidad de una región del país a
otra y el Sistema Troncal (ST) que transporta la electricidad dentro de una
misma región entre plantas generadoras y distribuidores.
Por
último aparecen en el sistema las empresas distribuidoras de la electricidad,
encargadas de llevar la energía eléctrica desde la planta generadora hasta los
consumidores finales. La distribución de la electricidad a los consumidores
está a cargo de empresas concesionarias (en su mayoría privadas) que
suministran la electricidad a la zona de cobertura.
El
Sistema Troncal está a cargo de distintas empresas (una por cada región) como
Transba (Buenos Aires y AMBA), Transnoa (NOA), Transcomahue (Comahue),
Distrocuyo (Cuyo) y Transpa (Patagonia).
El GAS Natural en Argentina
Gas del Estado Sociedad del Estado fue una empresa pública argentina dedicada a la distribución y comercialización de gas natural en todo el territorio del país, existente entre 1946 y 1992, cuando fue privatizada. Llegó a ser considerada la tercera mayor empresa de su tipo en el mundo y era para 1990 la segunda más importante del país en términos de facturación, detrás de la también estatal YPF.
El 19
de abril de 2013, el ENARGAS, aprobó la compra
por parte de YPF de las acciones restantes de la compañía el 6
de mayo. En 2016 un reporte elaborado por el Observatorio de la
Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo demostró que
incremento en las tarifas y la desregulación del sector hidrocarburífico no
estuvieron acompañadas por una expansión en la cobertura de la red de gas, en
2016 cambio de política hacia el sector o se hubo una caída interanual del 19,4
por ciento en la incorporación de usuarios(respecto de 2015) y en el sector
fabril no sólo no se incorporaron usuarios industriales sino que entre enero y
julio se dieron de baja de la red 2496 fábricas. Durante los primeros siete
meses de 2017 se incorporaron 45 808 usuarios a la red de gas, la peor
marca desde 2002 y la segunda más baja desde 1993. Los datos oficiales el
Enargas dan cuenta de una caída del 51 por ciento frente a los niveles
registrados en 2015. La cifra representa la caída anual más abrupta en toda la
serie disponible en las bases de datos oficiales.
La cuestión gasífera fue ganando relevancia
dentro de Yacimientos Petrolíferos Fiscales,
llegando a convencer al gobierno del Grupo de Oficiales Unidos de la
necesidad de crear un organismo estatal que se encargara de la distribución del
gas por redes, hasta entonces a cargo de empresas extranjeras como la Compañía Primitiva de Gas de Buenos
Aires. El 5 de marzo de 1945 se decretó la
nacionalización del gas a cargo de la compañía Primitiva de Gas.
Por
iniciativa del ingeniero Julio V.
Canessa, designado por YPF como Director de los servicios de gas
para la Ciudad de Buenos Aires, la empresa comenzó
a instalar redes de captación de gas en sus yacimientos de Comodoro Rivadavia. El 1 de enero de 1946, durante el gobierno
de Juan Domingo Perón se creó la Dirección
Nacional de Gas del Estado en forma independiente a la petrolera estatal.
Hasta el momento las necesidades gasíferas se
satisfacían con gas de alumbrado obtenido a partir
de carbón de
hulla importado del Reino Unido,
hecho que derivaba en elevados costos. Canessa convenció al presidente Perón de la necesidad de
reemplazar las importaciones de gas por aquel que se venteaba en Comodoro
Rivadavia.
El 1 de enero de 1947 el
presidente Juan Domingo Perón y Julio V.
Canessa soldaron el primer caño de un gasoducto que iría
de Llavallol a
Comodoro Rivadavia. Se optó por comenzar la construcción del gasoducto en
el Gran Buenos Aires.
El extenso gasoducto, 1605 km, uno de
los más largos del mundo en su momento, fue inaugurado el 29 de
diciembre de 1949, más tarde la cañería seria extendida hasta Cañadón Seco,
logrando extenderse por cien kilómetros más. A partir de ese momento el
gobierno peronista aplicó una política tendiente a la baja sostenida de tarifas
y la expansión del sistema de gas por redes. Entre 1947 y 1949, durante la
presidencia de Juan Domingo Perón, se construyó el gasoducto
que unió Comodoro Rivadavia con Buenos Aires, con el la distribución de gas
aumentó de trecientos mil metros cúbicos por día a quince millones de metros
cúbicos abaratando en un tercio los costos.
Para 1951
Gas del Estado contaba con alrededor de setecientos mil clientes, y a fines de
1960 ya sumaban 1 300 000 clientes, 770 000 por redes y
530 000 con Supergas, lo cual muestra el sostenido crecimiento operado
desde el nacimiento de la Empresa estatal. La Argentina se
colocaba así entre los tres países más avanzados en el aprovechamiento del gas
natural, junto con los Estados
Unidos y la Unión Soviética. Su inauguración se hizo el 29
de diciembre de 1949, menos de tres años después de iniciada la obra. Se
trataba del gasoducto más largo del mundo.
Para fines de 1949 ya habían 490 000
usuarios de gas de red, casi el doble que los iniciales. Le seguirían más de
veintidós mil kilómetros de gasoductos que conectaron los grandes yacimientos
gasíferos con algunos de los más importantes centros consumidores, incluyendo
localidades de Bolivia, Brasil, Chile y Uruguay.
En 1965 se construye el
segundo gasoducto troncal desde Cañadón Seco a Buenos Aires, en 1970 el de Neuquén a
Bahía Blanca, y de Medanito a Allen, en 1971 el gasoducto Plaza Huincul-Zapala
(Neuquén) y el tramo paralelo al Gasoducto del Norte (Campo Duran-Tucumán), en 1972 el primer
gasoducto internacional de América
Latina entre Santa Cruz de la Sierra y Yacuiba (Bolivia), en
1973 el gasoducto Pico Truncado-Cerro Redondo (Santa Cruz), en 1974 el de Bahía
Blanca a Buenos Aires,(que con el tramo Neuquén-Bahía Blanca forma el NEUBA I)
y el de Tandil-Mar del Plata, en 1976 el gasoducto
internacional de Posesión (Chile) y El Cóndor (Santa Cruz), en 1978, el Transmagallanico
de San Sebastián (Tierra del Fuego) a El
Cóndor y Cerro Redondo (Santa Cruz), en 1980 se suma el
gasoducto Centro Oeste (Loma de la Lata, Neuquén a San Jeronimo, Santa Fe) y
ramales a Mendoza, San Juan y San Luis,
posteriormente en 1982,
se prolongaría a Catamarca y La Rioja, en 1983 el de
San Jerónimo a General Rodríguez (Buenos Aires), y en
1985 el NEUBA II de Loma de la Lata a Gutiérrez (Buenos Aires) habilitado en
1988. En forma paralela se fueron sumando Plantas de compresión, Moto y
Turbocompresoras, el Complejo Gral Cerri de separación de Etano, Butano,
Propano e Hidrocarburos superiores, inaugurada en 1973, años después se
inauguraba la Planta de Separación de Butano y Propano de Loma de la Lata.
En 1988 se realizan
importantes obras de modernización del gasoducto Norte, que implica la
construcción de tres importantes plantas Motocompresoras, Miraflores, Tucumán y
Ferreyra y modernización y repotenciación de las restantes, con una inversión
cercana a los 400 millones de dólares. En enero de 1989 se da comienzo a la
construcción de la Planta Compresora de Indio Rico, sobre los gasoductos Gral.
San Martín y Neuba I, última planta construida por el Estado, que se realizó en
tiempo récord. A comienzos de la década de 1990 los ocho millones de m3 de
gas transportados diariamente por gasoductos en 1960 ya son sesenta y seis
millones de m3. La longitud de gasoductos alcanzó 21,728 km (12 550
mayores y 9178 menores) Gas del Estado incrementó la cantidad de instalaciones
domésticas de 190 000 en 1943 —recibía el servicio el 6 % de la
población— a cerca de cinco millones en 1992, abarcando dieciocho provincias y
el 45 % de la población del país, que consumen apenas el 20 % del
total, la industria el 53 % y las usinas eléctrica el 27 %. La tarifa
del servicio había variado en sentido inverso, siendo en 1992 sólo el 6 %
del promedio de 46 años antes. La empresa, junto con Gaz de France,
era considerada al momento de su privatización uno de los mejores ejemplos en
prestación del servicio público de gas
La asunción de Carlos Saúl Menem en 1989 y del ministro de Economía, Domingo
Cavallo, significaron la privatización o concesión de la mayoría de
las empresas públicas argentinas, incluyendo a Gas del Estado, aprobada
el 26 de marzo de
1992. El 28 de diciembre de ese año se consumó la
privatización, dividiéndose Gas del Estado en once sociedades privadas con
mayoría de capitales extranjeros, nueve de distribución y dos de transporte por
gasoductos. El 21 de diciembre de 1992 el Poder
Ejecutivo Nacional le otorgó, a la empresa privada Metrogas la concesión por 35 años,
con la posibilidad de una prórroga por 10 años más. El área de concesión
comprende la ciudad de Buenos Aires y a once partidos del sur y
el sudoeste del área metropolitana, y dos del oeste
abasteciendo a más de tres millones de clientes, sin embargo la gestión privada
se caracterizó por falta de mantenimiento de la infraestructura y múltiples
cortes y desabastecimientos en el servicio.
La empresa
acumuló deudas millonarias luego de haber atravesado por la crisis financiera
entre años 2008 y 2009. El 17 de junio de 2010 el Gobierno
Nacional decidió intervenir a la distribuidora después de que la empresa
llamara a convocatoria de acreedores por no poder hacer frente a un vencimiento
de deuda por U$S veinte millones. La empresa privada no cumplió con sus
obligaciones financieras y “a los efectos de garantizar la normal prestación
del servicio público”. Ante la pérdida millonaria de la empresa privada y sus
graves deficiencias en el servicio, la estatal YPF compró la compañía
jueves, 3 de septiembre de 2015
La Pobreza en Argentina
Por lo tanto se dice que una persona es pobre si carece de los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades..... Por lo tanto para medir cuantos hogares argentinos pueden ser considerados pobres, el INDEC elabora dos indicadores: Necesidades básicas insatisfechas (N.B.I) y Linea de Pobreza e Indigencias.
Por otra parte aquellos hogares que no pueden cubrir las necesidades elementales de la canasta básica de alimento, con su salario son considerados Indigentes. ¿Como calcular la canasta básica? Texto disponible